COLUMELAS. Concept Store Floral.
Así es como se presentan en su web, y la verdad que me creó
ese gusanillo de... ¿cómo será este lugar? ¿qué diferencia habrá respecto a una
floristería normal?.
Pues bien, en una escapada exprés a Madrid, me interné en
pleno corazón del barrio Salamanca en busca de este lugar.
Primer gran detalle: puesta en escena en la puerta. Como una
buena floristería que se precie, debe tener su reclamo de clientes en la
puerta, sacando parte de la mercancía de temporada para llamar la atención.
Todo cuidado al detalle, invitando a que entres a curiosear. Aquí encontramos
distintos tipos de mobiliario con plantas de la época: aromáticas, frutal de
pequeño formato y por supuesto la planta en flor de la temporada, tomando
protagonismo el brezo, cuya floración aguanta hasta finales de otoño.
El escaparate es sencillo, ya que queda relegado a un segundo plano por este pequeño reclamo en la entrada Está formado por un jardín vertical que presupongo que será de planta artificial o preservada o una mezcla de ambas, y un centro de flores variadas en tonos amarillos y rosas, acompañado de algunos recipientes y algún árbol artificial en alguna esquina: sencillo pero bien presentado. A veces menos es más y este es un claro ejemplo.
Una vez entramos, encontramos en el pasillo de la entrada
varios metros de flor cortada, dispuesta en dos alturas y ordenadas en gama de
colores. Una magnífica idea para crear tú mismo tu ramo de flores viendo qué
puedes añadirle al momento, como un gran catálogo dispuesto al momento para ti.
Por supuesto, el dependiente te lo hace y te asesora en todo momento. Para mí,
es un punto extra.
¿Qué no quieres flor cortada fresca? No te preocupes,
también tienen flor cortada preservada o incluso artificial. La preservada además
te daba distintas opciones de tintado de las mismas y se presentaban en
pequeños ramilletes por si quieres llevártelos a casa tal que así o inspirarte tú
mismo y crearlo.
Dentro, podemos diferenciar las distintas zonas: el taller
donde te preparan los ramos, el mostrador donde realizas la compra, la mesa de
proyectos de paisajismo, y, por supuesto, todo lo relacionado con el comercio
de la planta, diferenciándose en pequeños rincones cada tipo.
Os explico mejor.
La zona de proyectos es una sencilla mesa donde atender al que lo necesite para hacer de su idea algo real. Con pocos detalles, ya que la inspiración puedes encontrarla en el resto de la tienda. Al ser domingo no había nadie por allí, supongo que trabajará con cita previa para dedicarte todo el tiempo que necesites.
La zona que más me gustó fue un pequeño oasis en el centro
de la sala, presidido por 3 sofás y una mesa donde descansaban libros de
botánica y estaba rodeada por plantas verdes de gran tamaño. Podría pasarme
horas allí.
Y el resto de la tienda (que es bastante grandecita) son
rincones diferenciados donde podemos encontrar macetas, plantas de interior (la
Begonia tamaya me encantó), suculentas, etc… para escoger según lo que vayamos
buscando. Incluso podemos encontrar algunas plantas de saldo bastante más bajas
de su precio de venta, fácilmente recuperables y esperando a que alguien le dé
una oportunidad.
El detalle que más me llamó la atención era que justo dentro tienen un tragaluz que ilumina muchísimo, y a partir de ahí, han dispuesto las plantas de tal manera que en las zonas más oscuras queden los artículos inertes mientras que todo ser vivo estaba colocado de la manera más beneficiosa para él. Otro punto extra por estar pensado ese detalle.
La única pega que pondría son los precios. Son altos comparado
a lo que estoy acostumbrada a ver y tratar, pero comprendo que es por la zona
donde nos encontramos (recordemos que es el barrio Salamanca), y que aparte no
sólo estamos comprando una planta o un ramo, si no una idea, una inspiración,
un concepto. Sólo puedo deciros que si pasáis por la zona, os dejéis maravillar
por el sitio.